Las infraestructuras digitales como fortaleza económica

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Las infraestructuras digitales como fortaleza económica

 

Las infraestructuras digitales



 

El auge de los dispositivos tecnológicos y las redes inalámbricas han supuesto el desarrollo de nuevos entornos de negocio con un gran componente innovador, en el que multitud de empresas han podido crear una nueva economía digital. Piénsese por ejemplo en empresas como Airbnb, Uber, etc.

Con el término Infraestructura Digital hacemos referencia a todos los elementos básicos necesarios para el desarrollo y soporte de todos estos servicios tecnológicos.

Esto se traduce a menudo en elementos tales como servidores, redes de fibra óptica, torres para comunicaciones inalámbricas, granjas de almacenamiento en la nube, etc. y también otros elementos domésticos como routers o conectores de red. En definitiva la infraestructura digital es todo aquello que permite soportar estos servicios tecnológicos y las transferencias de información asociadas a los mismos.

Nos detenemos en esta publicación a reflexionar sobre la importancia de las mismas y su vinculación con el éxito de la economía de nuestro país en los próximos años.

 

¿Cuál es su importancia en la economía actual?

 

Las principales corporaciones tecnológicas de nuestro país tienen por delante el importante reto de conseguir alcanzar una base tecnológica a nivel nacional para que nuestra economía de el salto definitivo hacia una nueva economía basada en la innovación.

Para ello se necesita entre otras cosas mejorar el capital humano, lo que se traduce en un mayor número de perfiles y profesionales relacionados con la tecnología y la digitalización.

  

Economía digital

  

Recientemente se ha llevado a cabo una jornada sobre digitalización y economía en el Congreso de los Diputados, organizada por importantes corporaciones tecnológicas, que concluyen que existen excelentes oportunidades para nuestro país en materia de infraestructura digital.

La inversión en infraestructuras digitales debería facilitar una especialización real de nuestro país en servicios tecnológicos que puedan suponer ventajas competitivas frente a otros países. En este sentido, la buena situación geográfica de España, situada estratégicamente entre Asia, América, África y Europa, ofrece la posibilidad a nuestro país de convertirse en un hub digital mundial, según palabras de José María San José, Executive Director de BBVA.

Una buena dotación de infraestructuras tecnológicas puede suponer para España una mayor capacidad para superar los retos de un mercado en constante crecimiento, en el que la competencia es cada vez mayor.

 

Referencias a seguir en nuestro entorno

 

Citamos dos ejemplos de países que han conseguido impulsar su economía a través de la especialización tecnológica y la innovación.

Hablamos en primer lugar del caso de los Países Bajos, que ha logrado una importante especialización en centro de datos o Data Center, habiendo invertido empresas como Google grandes capitales en los últimos años para la instalación de estos centros en territorio neerlandés. En el caso de Google, se han empleado además energías 100% renovables, lo que supone además un impulso a este sector estratégico.

De esta forma, Países Bajos cuenta con un mercado de centros de datos muy potente, lo que le sitúa a la cabeza de Europa en este tipo de instalaciones y le permite desarrollar una economía basada en la tecnología y la innovación como fuente de riqueza.

Otro ejemplo que citamos es el caso de Estonia, país que ha sabido impulsar su economía a través de la digitalización, y en el que montar una empresa es extremadamente fácil. Tal es así que es posible crear una empresa en este país sin necesidad de residir en su territorio y en cuestión de horas desde cualquier lugar del planeta a través de Internet. Esto supone una ventaja competitiva frente a las trabas legales que existen en otros territorios, potenciando su economía y su desarrollo.

 

Lo que queda por recorrer

 

Según varios estudios, nuestro país no está adaptado a día de hoy a la realidad digital de nuestro entorno, especialmente en el plano empresarial y en el capital humano.

Una de las causas es la falta de una inversión real en I+D+i, lo que supone un lastre para muchas empresas tecnológicas que se encuentran con la falta de infraestructuras y medios necesarios para poder ejercer una labor innovadora y de crecimiento económico.

  

Nivel de digitalziación de los países de la U.E. 2020. Fuente: DESI

  

Otro de los aspectos a mejorar es el capital humano, entendido como la formación de profesionales en competencias avanzadas desde el punto de vista tecnológico. Se trata de un déficit arrastrado entre otras cosas por el envejecimiento de nuestra población y el arraigo cultural.

Destacamos por último la excesiva dependencia de las pymes dentro del tejido empresarial nacional, que carecen en muchos casos de la capacidad de liderazgo para llevar a cambio estos procesos de cambio.